
Ayer por la tarde se daba por concluida la 51 edición de la Cibeles Madrid Fashion Week, y lo hacía nombrando a la guapísima Clara Alonso como mejor modelo, y otorgándole a Miguel Palacio el reconocimiento a mejor colección. El jurado titubeó hasta el último momento ya que se pospuso la entrega de premios hasta último momento, lo que en principio es indicio de que el nivel, ha sido esta temporada, tan alto como cabía esperar.
La autoproclamada cuarta mejor pasarela del mundo, ha brillado a nivel organización, por la inclusión de los bloggers como medio acreditado; a nivel casting, por el gran acierto de incluir en él a modelos como Iris Strubegger o Eniko Mihalik, potentísimas internacionalmente y con curvas; y a nivel creativo, por confirmarse un año más que las viejas glorias tienen un tirón comercial importante, que los jóvenes se muestran tímidos pero hay talento que viene empujando fuerte (Carlos Doblas), y que la rotación y reciclaje de diseñadores es totalmente positiva y absolutamente necesaria (novedad Teresa Helbig, vuelta de Ion Fiz, confirmación Nicolás Vaudelet, y grande David Delfin).
Firmas consolidadas como la de Javier Larrainzar , son siempre una apuesta segura, un camino de rosas hacia una elegancia con sello español que nada tiene que envidiarle a maestros de lo exquisito como Óscar de la Renta.Aunque el gen de lo acertado no es patrimonio exclusivo de creadores con experiencia y años: José Miró, demostraba que juventud y ganas de dibujar a una mujer cañera y disco a base de brillos e irisados paillettes, jirones y deshilachados, no están reñidos con la adecuidad.
La moda ayuda a expresarse y estos días hemos tenido el placer de asistir a una de las mejores pasarelas que tiene por constumbre no dejar a nadie insatisfecho.