miércoles, 17 de febrero de 2010



El Real Madrid empieza a tener un problema con las eliminatorias a dos partidos. En Copa del Rey acumula tropiezos un año tras otro y en Champions el gol de Zidane en la Novena queda demasiado lejos en el recuerdo de la afición blanca, emborronado por las últimas eliminaciones en octavos frente a Liverpool, Roma, Bayern, Arsenal y Juventus.

El megaproyecto de Florentino no pudo evitar que el martes el equipo dirigido por Pellegrini volviera a caer en Lyon en la ida de los octavos de la Champions y ahora los blancos se ven obligados a remontar en el Bernabéu (escenario también de la final), sin Xabi Alonso y sin Marcelo, para sellar su pase a cuartos.

El Real Madrid se enfrenta a los fantasmas del pasado para evitar la hecatombe que supondría caer eliminado también de Champions y seguir vivo en una sola competición ya en el mes de febrero. ¿Pero qué falló en Lyon para que los blancos se vean ahora en esta situación?

Los errores del Madrid en Lyon
1. Ronaldo y Kaká, irreconocibles. Florentino fichó a Cristiano Ronaldo y a Kaká para que llevaran en volandas al equipo hacia la Décima, pero ante el Lyon ambos estuvieron bastante discretos. El portugués estuvo desafortunado con los controles y, aunque le hicieron un penalti que el árbitro no vio, no tuvo uno de sus mejores días. Más preocupante fue lo del brasileño: completamente perdido y sin rumbo, el hombre de los 60 millones sigue sin encontrar su hueco en el dibujo de Pellegrini y cuajó una de sus peores actuaciones desde que viste de blanco.

2. Despistes defensivos. Marcelo fue sustituido en el descanso después de ver una amarilla (no podrá jugar el partido de vuelta en el Bernabéu) y verse desbordado por el ataque del Olympique. En su puesto salió Garay, que en el gol de Makoun reculó junto a Albiol y permitió al jugador camerunés lanzar sin oposición. Casillas tampoco se libró de los despistes: un mal saque suyo acabó en los pies de Lisandro, que desaprovechó la ocasión.

3. Pellegrini, Diarra y el tercer cambio. El chileno dijo al final del partido que sacó de titular a Diarra "porque ellos tienen un juego aéreo muy poderoso". El efecto fue el contrario: los delanteros del Lyon llegaban como querían a la portería de Casillas y cada falta o córner fue un tormento para todo el equipo blanco. El técnico se equivocó en el planteamiento y tras el partido echó la culpa al césped. Además, no realizó el tercer cambio, cuando todos observaban -menos él- que más de una estrella blanca estaba fundida.

4. Nervios. La psicosis de la maldición de los octavos apreció atenazar a la plantilla blanca. El Madrid llegó con peligro en toda la primera parte, y sólo un tiro a puerta es el reflejo de un equipo que se ha convertido en un 'Don nadie' en Europa. No ayudó, además, que el gol del Lyon llegara en un momento fatídico, nada más comenzar la segunda parte. Ya van 3 años en los que el Madrid pierde en el Stade Gerland.

5. Mal juego. No hay bloque. Debido al planteamiento de Pellegrini, el Madrid estuvo desordenado tácticamente todo el partido. Apenas existió juego colectivo, sólo algunos destellos (muy pocos) de Kaká o Ronaldo. No hay un equipo más allá de las estrellas. Muchos espacios y un juego lleno de imprecisiones hicieron que el Lyon se creciera.

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